Generalmente, muchos adolescentes no dejan afectarse por los malos comentarios que puedan ser vertidos por las personas o por una sociedad en específico. Esto sucede porque son muy seguros y no se sienten mal por lo que son, ya que no hacen daño a nadie y al fin de cuentas, es su vida y ellos sabrán como vivirla. Otra razón es porque al basarse en la frase ''Love is love'' no sienten miedo de expresar sus sentimientos públicamente y dejan de lado el ''vivir escondidos'' o ''encerrados en el closet'' para ser libres, después de todo, es un derecho no?
Por otra parte, tenemos a los adolescentes que han descubierto su inclinación sexual, pero aun así sienten miedo a revelar sus verdaderos gustos por su mismo género. Esto se debe a que temen al ''que dirán'' de las personas, mejor dicho, se sienten extremadamente inseguros de contárselo a alguien por miedo a burla o rechazo.
A continuación se mencionará varias cuestiones frecuentes que los homosexuales deben saber al momento de definir su inclinación.
¿La homosexualidad es una enfermedad?
No, la homosexualidad no es una enfermedad. Todas las
organizaciones de salud mental importantes, inclusive la American Psychological
Association, APA (Asociación psicológica estadounidense) han afirmado que la
homosexualidad no es un trastorno mental. Sentirse inseguro o incómodo acerca
de sus sentimientos puede causar ansiedad y estrés lo cual a veces puede causar
problemas físicos como dificultad para dormir, náuseas y dolor de cabeza.
Hablar con gente de confianza —tal como miembros de familia y amigos—acerca de
cómo usted se siente le puede ayudar a disminuir su estrés y su ansiedad.
¿Qué causa la homosexualidad?
Nadie sabe por qué algunas personas son homosexuales.
Algunas personas que estudian la sexualidad humana creen que la sexualidad es
el resultado de los genes, de factores sociales o individuales aislados o
combinados. Una percepción equivocada muy común es que las relaciones
familiares donde ha habido problemas hacen que la gente se vuelva homosexual;
sin embargo, no existe ninguna investigación científica de peso que apoye este
mito.
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